domingo, 5 de mayo de 2013

Mancha en el muro

Alguien trató de quitar la mancha del muro.
Pero la mancha era demasiado oscura
(o por el contrario, demasiado clara).
De un modo u otro, la mancha aún está en el muro.

Le dije entonces a un pintor que lo pintara de verde
Pero la mancha era demasiado clara.
Contraté a un albañil para que le diera una mano de cal.
Pero la mancha era demasiado oscura.
De un modo u otro, la mancha aún está en el muro.

Tomé en ese momento un cuchillo de cocina
y traté de raspar la mancha del muro.
El cuchillo era dolorosamente agudo
(ayer nomás lo habían afilado)
y sin embargo.
Empuñe un hacha y la descargué contra el muro.
Me detuve al instante.
No sé por qué pensé de pronto
que el muro podría derrumbarse
y aun así la mancha quedaría.
De un modo u otro, la mancha aún está en el muro.

Y cuando me pusieron contra el muro
pedí pararme junto a ella.
Saqué pecho tratando de ocultarla (quizás, quién sabe).
Cuando azotaron mi espalda brotó abundante sangre.

Disparos.

Y yo, que tanto creí que la sangre taparía la mancha.

Nueva carga de disparos.

Y yo, que tanto creí que la sangre taparía la mancha.
De un modo u otro, la mancha aún está en el muro.


David Avidan

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