miércoles, 17 de marzo de 2010

¿Qué Europa?

(Estrasburgo) Febrero de 2005

Europa entre el Islam y el Vaticano,
fulana de Voltaire y de Tolstoi,
tropa de corazón republicano
del mañana que llega tarde al hoy.

Europa de Tarifa a los Urales,
camposanto de almena y catedral,
conflicto de derechos entre iguales,
con mancha de pecado original.

Europa de Virgilio y de Lutero,
sin káiser ni Le Pen ni cara al sol,
con Rembrandt, con Velázquez, con Durero,
con Pessoa, con Brel, con Rusiñol.

Europa con su venda en cada herida,
con su Dadá, su rap y su Bayreuth,
vacuna vacunada contra el sida,
con Kafka, Marx, Einstein, Erasmo, Freud.

Hormonas de Epicuros y Platones,
madonnas de Leonardo y Rafael,
ni salvapatrias ni Napoleones,
ni espadones ni tigres de papel.

Piñata unida a trancas y barrancas,
niñata consentida de papá,
Europa larga vida, manos blancas
sin miedo ni mordida ni omertá.

Europa de Buñuel y Kusturica,
farlopa de botica con hashís,
en los tercios de Flandes sobran picas,
Bruselas, Praga, Al Andalus, París.

Kosovo en llamas, sálvese quien pueda,
Auschwitz, Dresde, Guernica, qué Gulag,
extremaunción sin Eta ni Al Qaeda,
ni clones de ladrones de Bagdad.

Marenostrum, cous-cous y canelonni,
del tibio, del infiel y del ateo,
sin Putin, sin Aznar, sin Berlusconi,
con Darwin, con Cajal, con Galileo.

Verbenas de la gente por la calle,
tabernas, huevos fritos y Bocusse,
novenas del suspiro y el detalle
de Goya, de Beethoven, de Camus.

Europa del skin analfabeto,
con sus canas, su orgullo y su condón,
su acordeón, su busto, su soneto,
su clavel en la boca del cañón.

Europa palestina y descastada,
trinchera escarmentada de Caín,
Hamlet or not to be, menos es nada,
ni el muro de Sharón ni el de Berlín.


Joaquín Sabina

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